Un hombre paciente siempre es más rico que uno impaciente, incluso si el hombre paciente tiene menos dinero.
¿Qué quiero decir con esa declaración? Bueno, la riqueza puede tomar otras formas además de dólares y centavos. ¿En qué sentido es más rico el hombre paciente? De hecho la respuesta es muy simple. Un hombre paciente siempre es más rico que el impaciente porque el hombre paciente siempre puede darse el lujo de esperar. El hombre paciente nunca está desesperado. El hombre paciente tiene tiempo de sobra, mientras que el hombre apurado está siempre al borde de la bancarrota en lo que se refiere al tiempo.
En cualquier situación que se pueda imaginar, la impaciencia es una fuente de debilidad y temor, mientras que la paciencia representa la sustancia y la fuerza.
Y aquí hay otra razón por la que la paciencia le da a la persona que la tiene una ventaja incalculable sobre aquellos que no la tienen: le brinda una visión más profunda de sí misma y de los demás, lo cual es una marca de refinamiento filosófico. Si solo puedes ver el corto plazo, si piensas solo en términos del aquí y el ahora, entonces estás atrapado en un solo lugar. No puedes juzgar distancias. Vives en un mundo plano y bidimensional. En otras palabras, la persona impaciente carece de todo sentido de perspectiva.
Si solo puedes ver el corto plazo, si piensas solo en términos del aquí y el ahora, entonces está atrapado en un solo lugar.
La perspectiva te permite medir tus planes actuales contra cosas que ya han ocurrido y contra tus deseos y aspiraciones para el futuro. Entonces y ahora, aquí y allá, cerca y lejos, necesitar y saber, mirar y esperar, estas son las ópticas duales que permiten al paciente ver en estéreo. La persona miope solo ve el presente; el fantaseador ve solo un futuro imaginario y, más probablemente, tropieza con sus errores tratando de llegar allí.
La paciencia te permite ver el panorama general. Te ayuda a aprovechar al máximo el presente mientras construyes un mejor mañana. Por esa razón, es una de las acciones más valiosas de todas, una que debes hacer todo lo posible para adquirir. La recompensa valdrá la pena.
