Los buenos líderes hacen las cosas bien. Los grandes líderes enseñan e inspiran a otros a hacer las cosas bien. Si le enseñas a pescar a un hombre, lo alimentas para toda la vida, ¿verdad? El mismo concepto se aplica al liderazgo: el liderazgo exitoso debe contener cantidades iguales haciendo y responsabilizando a otros.
Las empresas con mejor desempeño tienen líderes que enseñan, que inculcan confianza en su equipo y comparten su visión con los demás. Estos CEOs y ejecutivos se administran a nivel macro, responsabilizando a sus equipos y empleados, al tiempo que brindan orientación y entrenamiento para ayudarlos a resolver problemas por su cuenta.
Entonces, ¿qué características poseen todos los grandes líderes? Ellos…
1. Enfrentan los hechos, sin importar cuán brutales sean.
Las malas noticias son parte del negocio, los grandes líderes no solo las esperan, las buscan. En lugar de esperar hasta que se complete una tarea o proyecto, buscan señales de alerta e identifican cuándo está fuera del camino para alcanzar el objetivo establecido, y no "matan al mensajero": cuando un empleado señala proyectos de bajo rendimiento o que fallan, estos líderes aprecian el hecho de que se les informó. Identifican los problemas antes les da tiempo adicional para encontrar soluciones y resolver problemas más rápido que sus competidores.
2. Toman la responsabilidad seriamente.
Los ejecutivos desean obtener actualizaciones periódicas de todos los proyectos, ya sea durante las reuniones semanales o mediante un software que facilite la ejecución de la estrategia. Hacen a las personas responsables de hacer lo que deberían hacer y completar las tareas a su cargo. Si no se cumplen los objetivos, los grandes líderes aprovechan la oportunidad para debatir, obtienen información y hacen los ajustes necesarios para que ganen los empleados individuales y la empresa.
3. Buscan puntos brillantes.
Los grandes líderes buscan activamente no solo las buenas noticias, sino las victorias que se pueden replicar en otros departamentos y equipos. Es su trabajo observar e identificar cómo sucedieron estas victorias para que se puedan implementar las mismas estrategias en otros lugares de la compañía para un éxito aún mayor.
4. Desarrollar y priorizar movimientos ganadores.
No todas las buenas ideas pueden ser una gran idea, que brindarán las mejores posibilidades de lograr el éxito. Implementar demasiadas estrategias puede hacer que un equipo sea demasiado débil y que las cosas se caigan por las grietas. En cambio, los grandes líderes se centran en varias estrategias clave, que discuten y debaten con sus equipos ejecutivos antes de decidir cuáles acercarán a la empresa a alcanzar sus objetivos. Los poderosos movimientos ganadores provendrán del pensamiento estratégico y la toma de decisiones, considerando todas las opciones y determinando cuáles traerán el mayor rendimiento: año tras año, trimestre tras trimestre.
5. Desechan lo que no funciona.
Cuando han conceptualizado un proyecto, producto o servicio desde el principio, lo nutrieron y trabajaron arduamente para, bueno, hacer que funcione, es difícil desconectar el enchufe si no funciona. Los grandes líderes deben ser capaces de darse cuenta de que algo no está funcionando, no importa lo duro que hayan trabajado para que tenga éxito. Si un nuevo producto está consumiendo el flujo de ingresos, estos líderes pueden dar un paso atrás y desecharlo. Si no, la competencia se lanzará con un producto más grande y mejor.
6. Se enfocan en lo mejor y más brillante.
Es fácil distraerse con nuevas ideas y estrategias, pero si un objetivo es lo suficientemente grande y audaz, todos se sentirán emocionados de trabajar para lograrlo. En lugar de trabajar en un montón de ideas más pequeñas y menos emocionantes, un gran líder reconocerá las estrategias que motivarán e inspirarán a sus equipos para impulsar el éxito.
7. Planificar trimestres exitosos.
Centrarse en las metas anuales es excelente, pero las metas trimestrales son las que lo llevan a eso, y los grandes líderes saben que cada semana en un trimestre es crucial. Las mejores empresas se centran en tener semanas exitosas para que puedan lograr los resultados correctos al final del trimestre. El negocio no es un sprint, es un maratón. Cada tramo de la carrera (o trimestre) respalda el objetivo final, lo que lo ayuda a alcanzar la línea final en primer lugar.
8. Fomente la consistencia pero no la complacencia.
Entrar en un ritmo puede ayudar a que los procesos de negocios se vuelvan tan regulares como respirar, pero esto no significa que se deba descansar una vez que llegue allí. Cuando su negocio es predecible, el crecimiento se estanca y el éxito puede alcanzar un límite, sin embargo, cuando un negocio es consistente, los grandes líderes aprovechan la oportunidad para centrarse en lo que se necesita para llevarlo al siguiente nivel. Esta disciplina de consistencia ayuda a los ejecutivos a pensar de manera innovadora y evaluar qué nuevas estrategias y riesgos calculados pueden ayudar a hacer crecer el negocio y lograr un mayor éxito.
9. Dirigir las reuniones de ajuste.
Conocer el estado de la situación de los proyectos es algo que todos los líderes deben hacer para que sus negocios sigan avanzando, sin embargo, las "reuniones de estado" carecen de medios para proporcionar soluciones a los problemas que podrían haber comenzado a surgir. En cambio, los grandes ejecutivos se centran en dirigir reuniones de ajuste donde el equipo puede discutir planes que ya están o están a punto de desviarse y brindar soluciones e ideas para mejorar.
Las empresas que se están desempeñando bien y en el nivel superior de sus industrias tienen una cosa en común: un gran liderazgo. Los CEO y ejecutivos que no solo hacen las cosas bien, sino que también inspiran a quienes les rodean para que se desempeñen de la mejor manera, pueden lograr un crecimiento constante y notable, trimestre tras trimestre, año tras año.
