Aceptémoslo. No siempre nos cuidamos como deberíamos. Es difícil, porque la vida se interpone en el camino, doblemente si tenemos una vida laboral ocupada y productiva. Y cuando te enfrentas a la elección entre trabajo duro y conveniencia, ¿adivinen cuál gana la mayor parte del tiempo?
Pero sea conveniente o no, mantener nuestra salud debe ser lo primero, antes que nuestras tareas diarias, antes de nuestro trabajo. ¿Por qué? Porque si no estamos sanos, tampoco podemos tener éxito en casa o en el trabajo.
Hablemos de lo básico (comida, sueño, ejercicio) y por qué no puede ignorarlos:
Comida.
Es hora del almuerzo. Has estado trabajando desde las seis de la mañana, cuando esos ataques de hambre golpean, la opción más atractiva parece ser la comida rápida, muy conveniente pero grasienta. Lo último que quieres es una pequeña comida insignificante como una ensalada. ¿Pero qué generan esas calorías excesivas que se encuentran en las hamburguesas y papas fritas a tu productividad después del almuerzo?
Lo que comes afecta tu productividad de diferentes maneras, así que come de manera inteligente.
Al escribir para Harvard Business Review, Ron Friedman expone los hechos acerca de cómo los diferentes alimentos afectan el rendimiento en el trabajo. Cita un estudio en el que los participantes informaron “consumo de alimentos, estado de ánimo y comportamientos durante un período de 13 días”. Los participantes que comieron menos comidas con alto contenido de grasa y más frutas y verduras fueron “más felices, más comprometidos y más creativos” que los que optaron por almuerzos con alto contenido de grasa y calorías.
Tendemos a pensar de manera simplista sobre la comida. Muchos de nosotros que enfrentamos una avalancha diaria de correos electrónicos, informes y montones de trabajos nos gusta pensar que es "combustible". Sin embargo, esa analogía es un poco engañosa. Como señala Friedman, puede esperar un cierto nivel de consistencia con el combustible. La comida, por otro lado, es menos predecible. Lo que comes afecta tu productividad de diferentes maneras, así que come de manera inteligente.
Dormir.
Cuando tu vida laboral es exigente, mantienes horas extrañas. Llegas temprano a la oficina, antes de que se salga el sol, y te vas tarde, después del anochecer. En casa, sacas tu computadora portátil para “terminar algunas cosas”. Tres horas después, te metes en la cama. Y luego te despiertas antes de que el sol salga de nuevo, constantemente en una niebla.
Tal vez simplemente viene con el trabajo. Incluso si juegas el papel de búho nocturno y madrugador, todavía hay pasos que puedes tomar para asegurarte de que estás descansando adecuadamente. Pero primero, ¿por qué es tan importante?
La falta de sueño se ha relacionado con niveles más altos de estrés, niveles más altos de presión arterial y una función cerebral más baja. Es seguro decir que tu rendimiento se verá afectado si no duermes lo suficiente y adecuadamente.
Entonces, ¿cómo combate uno el insomnio crónico? Crear (y atenerse a) un horario regular, sin duda, es de mucha ayuda. Si trabajas principalmente desde tu casa, crea horas de trabajo definitivas y asegúrate de tomar el tiempo suficiente para relajarte después de terminar el trabajo. Si todavía tienes trabajo en mente, es probable que te encuentres despierto por un rato. Asegúrate de dormir bien y lo suficiente para cuando suene el despertador, levantarte sin importar nada. No duermas más de lo debido ya que arruina tu ciclo de sueño.
Ejercicio.
El estrés, a veces, puede sacar lo mejor de nosotros, ¿qué podría ser mejor para ti que "derretir" tus problemas (y la grasa) con cada repetición, paso o levantamiento en el gimnasio?. Hacer ejercicio es una excelente manera de aliviar el estrés, distraerte de las presiones diarias y ponerte en forma al mismo tiempo. El ejercicio regular elimina la depresión y una serie de otros bloqueos mentales que hacen que el éxito sea difícil de lograr.
A pesar de que la idea de "caer sobre tu espada" parece romántica, no podemos esperar matarnos con trabajo y llegar muy lejos.
Por supuesto, podríamos hablar de hacer más ejercicio hasta que tengamos la cara azul. Lo importante es que realmente salgamos y lo hagamos. Programa de 30 minutos a una hora de entrenamiento en el día. No te prometas que lo harás en el almuerzo o cuando llegues a casa. Nueve de cada 10, el drenaje del día nos impide levantar un dedo cuando regresamos a la casa. En su lugar, trata tu entrenamiento como un aspecto esencial de tu éxito. No es solo algo que deberías hacer; es algo que debes hacer.
A pesar de que la idea de "caer sobre tu espada" parece romántica, no podemos esperar matarnos con trabajo y llegar muy lejos. El auto mantenimiento es fundamental para tu éxito porque te permite ir más lejos, hacer más y, lo que es más importante, ser feliz al hacerlo.
