Es una buena pregunta que debes hacer: ¿A dónde vas? Dentro de diez años seguramente llegarás. La pregunta es, ¿dónde? No queremos engañarnos sobre dónde; no queremos engañarnos sobre el camino por el que estamos caminando.
A los 25, poco después de conocer a mi mentor, Earl Shoaff, tuve un día llamado "No nos engañemos más". Ya no quería estar desilusionado, así que, finalmente decidí que la teoría de los dedos cruzados no iba a conseguirme lo que quería. No era donde estaba el tesoro. Iba a tener que asegurarme de hacia dónde me dirigía.
Luego, con la ayuda del Sr. Shoaff, encontré algunas disciplinas de lectura, unas cuantas disciplinas de la mente y unas cuantas disciplinas de actividad que, cuando se ejercitan, pueden hacer toda la diferencia en el mundo en cuanto a dónde llegarás. Pero solo tomó algunos cambios.
A veces tenemos la idea de que estamos haciendo un 10 por ciento y hay un 90 por ciento más que necesitamos para marcar la diferencia por fortuna, pero probablemente lo contrario sea cierto. Estamos haciendo suficientes cosas para haber comprado y compartido en la buena vida. Y tal vez todo lo que necesitamos es ese 5 o 10 por ciento adicional de cambio intelectual, cambio de actividad, refinamiento de la disciplina, refinamiento del pensamiento, y todo lo que necesitamos son las ideas para hacer esos cambios simples y la equidad comienza a reunirse en un año, tres años, cinco años o 10 años.
Pero ahora es el momento de arreglar los próximos 10 años. Puede que tengas que enfrentarte a la realidad y a la verdad; eso fue lo que fue bueno para mí cuando conocí al Sr. Shoaff. Yo tenía 25 años; él tenía 44 años, me trajo una gran experiencia y comenzó a hacerme las preguntas difíciles. "Gran pregunta", dijo. "¿Estás leyendo los libros que te llevarán a donde quieres ir en los próximos cinco años?"
Excelente pregunta. Para llegar a donde quieres estar en los próximos cinco años, estás leyendo los libros correctos o no. O estás involucrado en las disciplinas o no. Pero esto es lo que no queremos: desilusión. Esperar sin actuar. Desear sin hacer.
La clave es mirar y decir, ¿dónde estoy? ¿Qué podría hacer para lograr los cambios y garantizar que puedo tomar pasos diarios más determinados hacia el tesoro que quiero, el tesoro mental, el tesoro personal, el tesoro espiritual, el tesoro financiero? No quiero cometer más errores, ahora es el momento de ajustar mi programa diario para que me lleve a donde quiero ir.
La clave es comenzar ahora mismo a realizar estos cambios para recorrer este nuevo camino. Sólo unas pocas disciplinas diarias hacen una gran diferencia. Y antes de que te des cuenta, estarás en un camino nuevo.
